Nunca es demasiado tarde para “saber jugar”

Jugar y aprender son coincidentes desde una perspectiva clínica, por eso la psicopedagogía utiliza el juego como una doble herramienta de diagnóstico y tratamiento.
Observando cómo juega el niño podemos diagnosticar cuáles son sus dificultades, para luego desarrollar un tratamiento basado en el mismo jugar pero enriqueciendo el juego con objetivos terapéuticos mas específicos. Según las capacidades que debamos desarrollar, podremos utilizar juegos:

-De mayor carácter simbólico
-De estrategia
-Corporales
-De experimentación
-De construcción
-Otros

El juego es casi una excusa para provocar el jugar que en definitiva es nuestro objetivo.

Jugar no es innato

Por raro que parezca, no nacemos sabiendo cómo jugar. Si al niño no se le enseña no juega; o su juego es inapropiado. Su capacidad de jugar esta determinada por su historia familiar vincular.

Un niño que juega es un niño sano. En cambio, la ausencia de juego es un claro indicador de dificultades en el desarrollo.

Jugando crezco...

¿Valorizamos el juego como herramienta psicopedagógica?

Te invito a que pensemos la importancia del juego para nuestra tarea, sabiendo que el mismo es reflejo de desarrollo, habilidades y funciones en el plano cognitivo, emocional, social y motriz.
Diferencio juego por jugar a juego con objetivos terapeúticos o de aprendizaje, por medio del cual la psicopedagoga se vincula con el otro dentro del juego propuesto por el niño, aprendiendo a ser juguetón, respetando el mismo sin imponer su saber. Pero estando atento para intervenir proponiendo alguna modificación , recrearlo para facilitar nuevas posibilidades en el aprender, en el "saber jugar",construcción activa inteligente, disposición subjetiva dirigida a la comprensión y apropiación del mismo.