miércoles, 26 de noviembre de 2008

Jugar no es innato

Por raro que parezca, no nacemos sabiendo cómo jugar. Si al niño no se le enseña no juega; o su juego es inapropiado. Su capacidad de jugar esta determinada por su historia familiar vincular.

Un niño que juega es un niño sano. En cambio, la ausencia de juego es un claro indicador de dificultades en el desarrollo.

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